Lluvia y frío no son lo más adecuado para trabajar con resinas y fibra y ese es exactamente el tiempo que hemos tenido esta semana. El Viernes por fin un poco de sol y calor, así que me pongo a sanear el toque de la quilla. No es gran cosa, pero al romperse la resina, la espuma se ha chupado de agua así que hay que quitarlo todo para sanear y secar; es muy importante que no quede nada de agua ni humedad, y que las superficies tengan el acabado adecuado, de lo contrario el resultado no sería el esperado. No es nada del otro mundo, solo hay que ser cuidadoso con los materiales y la colocación, ya que de otra forma habrá que repetirlo en el futuro: lo barato sale caro y el trabajo mal hecho se acaba teniendo que repetir. Después de pelar todo el material dañado más la zona de empalme, se proyecta aire a presión a la zona con lo cual se consigue expulsar los pocos restos de humedad que quedan y después se deja secar a temperatura ambiente ( por suerte luce el sol ). El siguiente paso será cubrir las zonas con desperfectos con "filler", para ganar volumen.
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